El primer paso en una carrera profesional gestionada con éxito es la planificación. Si no sabes donde quieres ir, posiblemente terminarás en un sitio que no te conviene. Piensa que el trabajo condiciona el estilo de vida, determina en gran medida nuestro horario, poder adquisitivo, vestuario, amigos y, en definitiva, quiénes somos. Antes de considerar una propuesta de un headhunter, hay que realizar un ejercicio de auto-conocimiento:
- Personalidad y estilo relacional. ¿Cómo enfocas la vida? ¿Cómo sueles comportarte ante los demás? ¿Eres abierto o introvertido? ¿Te gusta ser el centro de atención o prefieres pasar desapercibido? ¿Prefieres poder planificar o tomar decisiones sobre la marcha? ¿Eres más especialista o más generalista? ¿Con qué tipo de superiores y de colegas trabajas mejor?
- Valores e intereses. ¿Cuáles son tus prioridades personales? ¿Qué te proporciona más satisfacción profesional?¿Trabajar con otras personas o solo? ¿Los entornos muy competitivos? ¿Tomar decisiones, tener poder y autoridad? ¿Trabajar bajo presión? ¿Ser reconocido como experto, ser creativo? ¿Supervisar, cambiar de tareas con frecuencia, acumular beneficios?…
- Competencias. ¿Cuáles son tus talentos y capacidades? Identifícalos: capacidad de liderazgo, organización, negociación, gestión de proyectos, creatividad, resistencia ante la frustración, razonamiento abstracto, capacidad de síntesis, capacidad para hablar idiomas: inglés, alemán, francés…
- Conocimientos y logros. ¿Qué conocimientos tienes por tu experiencia y formación? Haz una lista de los que podrían ser útiles a un futuro empleador (sectores, mercados, productos, técnicas, reglamentaciones,…). ¿Qué objetivos has alcanzado de los que te sientes orgulloso? ¿Cual ha sido tu contribución en las empresas en las que has trabajado?
- Los que te conocen bien, ¿qué opinan de ti?. No olvides que todos tenemos una área “ciega”, con aspectos desconocidos por nosotros, pero conocidos por los demás, que a veces nos cuesta aceptar.
Conocerte a ti mismo te servirá para enfocar tu carrera profesional a sectores, organizaciones, culturas empresariales y puestos que más se adecuen a tu perfil. Así podrás aprovechar tus puntos fuertes, minimizar tus puntos débiles y sabrás venderte mejor en los procesos de selección. A continuación podrás:
- Establecer tus objetivos profesionales:Identificar cuál es tu empleo ideal en la actualidad y los puestos a los que aspiras a medio y largo plazo. Piensa en todos los factores: puesto, sector de actividad, tipo y tamaño de organización, compañeros,… Considera si prefieres realizar toda tu carrera profesional en una misma empresa o si prefieres adquirir experiencia en distintas compañías o sectores industriales. Plantéate la opción de crear tu propia empresa y también la de trabajar en la administración. Evalúa la conveniencia de participar en programas de formación. Puedes ser muy ambicioso, pero sobre todo has de ser realista.
- Priorizar tres variables fundamentales al iniciar una prospección de un nuevo puesto: la urgencia que tienes en conseguirlo, las aspiraciones salariales y la ubicación geográfica (disponibilidad o interés para cambiar de domicilio).
Tú eres el responsable de tu carrera profesional y debes gestionarla como si fuese una empresa. Es recomendable detallar estos objetivos por escrito y revisar el documento cada 6/12 meses para asegurar que estás avanzando en la dirección correcta. Si no fuese así, toma las acciones correctivas necesarias. Uno se siente mejor cuando ve que su carrera profesional está bien encaminada.